Por otro lado, suponía que el debate posterior y las lecturas en los respectivos blogs aclararían las dudas o incluso la propuesta de alguna acción alternativa sería bienvenida, al menos para su discusión. No fué así exáctamente. La mayoría de contestaciones a los comentarios eran para cosas ya conocidas, evidentes, sin carácter problemático, o discusiones teoríco-político-legales, complejas y ajenas a la mayoría de ciudadanos, excepto aquellos con los estudios específicos de la cuestión.
Además de esto, a la hora de incluir nuevos miembros, alguno de los fundadores desea vigilar escrupulosamente que, llegado el momento, no discrepen en la estrategia a seguir. Para ello se somete al nuevo miembro a una advertencia prevía a su admisión. Esto está muy bien en una organización ideologica, pero no creo que sea propia a un movimiento ciudadano plural (¿de que otra forma puede ser?), aunque me consta que otros miembros fundadores han intentado que lo sea. En las definiciones de ciudadano de la Wikipedia, o la del diccionario de la RAE:
(Artículo enmendado. Avance de la vigésima tercera edición)
1. adj. Natural o vecino de una ciudad. U. t. c. s. 2. adj. Perteneciente o relativo a la ciudad o a los ciudadanos. 3. m. y f. Persona considerada como miembro activo de un Estado, titular de derechos políticos y sometido a sus leyes. 4. m. hombre bueno. 5. m. Habitante libre de las ciudades antiguas.
No sé si yo perteneceré al llamado tercio laocrático, pero sí que pertenezco al conjunto de ciudadanos, y sólo apoyaré la estrategia final si me parece correcta. El pretender crear un grupo de pensamiento y acción únicos, no parece que se pueda considerar muy democrático. Si se trata de crear un grupo que no requiere serlo, tal vez debería llamarse de otra forma.
La anecdota: en algunos comentarios efectuados por mi al principio, equivoqué el nombre en siglas del movimiento MCRC por el de MPRC eliminando la C de ciudadano, siendo recibido con gran frialdad. ¿era algún tipo de intuición precognitiva?
¿Cuál es la realidad? El Sr. García-Trevijano ha elaborado un plan de difusión (e implantación) de su Teoría pura de la Democracia y el modelo de estado de República Constitucional, y ha destinado un determinado papel a un grupo creado en el mundo de internet. Como la premisa fundamental es que estas ideas vengan de la sociedad civil, el grupo formado las debe reproducir fielmente, además de ser compatibles con la futura estrategia, al parecer.
El Sr. García-Trevijano se queja, y con razón, de que la opinión de los ciudadanos fué excluida en la transición, sin embargo, se puede cometer un error muy parecido al pretender seleccionar sólo a aquellos ciudadanos «compatibles», ignorando la del resto, no necesariamente por falta de cualidades, sino por disentir en algunos aspectos de la aplicación de la teoría.
Está Teoría pura de la Democracia y el modelo de estado de República Constitucional, tal vez sean suyas ... pero España no lo es.
Actualización (20/06/2006): tras ponerme en contacto con ese otro miembro fundador (daserpey en los comentarios), creo que ha quedado aclarada esta situación tras un breve intercambio de correos, como se puede comprobar.
Actualización (28/06/2006): al parecer, esta denuncia originada por mi, ha abierto los ojos a algunos internautas, así como haber generado algunas discusiones, como se puede comprobar en los comentarios de aquí, aquí y los ya conocidos de ésta publicación.
Debo aclarar que la única motivación que ha estimulado la confección de este artículo, es el propuesto desde el inicio de la bitácora, es decir, la denuncia de aquellos casos de manipulación o de apariencia de la misma, basandose en pruebas obserbables y su correspondiente definición lógica y racional convenida, admitiendo por supuesto, el posible error en su aplicación.
En este caso, así como no pretendía acusar a nadie de discriminación ideológica, si quería denunciar que si bien la selección de miembros de un grupo en base a unos criterios establecidos es normal y plenamente admisible, no debe ser una norma fija en un movimiento ciudadano. Menos aún si estos criterios los dicta una sola persona. Y menos aún si lo que se vende, es muy distinto, y se rodea demagógicamente de palabras como democrácia, ciudadano, república, etc, pareciendose más a un grupo de presión política, que de reivindicación ciudadana.
Realmente, no estoy dando mi opinión (y esto el Sr. García-Trevijano debería entenderlo), por lo tanto, me gustaría que en caso de disentir de este análisis, se explicaran de forma similar los argumentos o indicar en que puntos, han sido mal aplicados estos. Creo que es lo menos que se puede pedir.
1 comentario:
Parece ser que, en efécto, se han eliminado las páginas en donde ocurren algunas de los hechos que aquí se cuentan, como se indica en la actualización del 28/06/2006:
un enlace que no está
y el otro
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