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sábado, 18 de octubre de 2008

Lengua, nación, religión (2ª parte)

Los símbolos

Si se tuviera que destacar alguna cualidad de nuestra especie que nos diferencie de forma especial, no solo del resto de especies del planeta sino también de otras especies de humanos que desaparecieron como el Hombre de Neardental, una de ellas sería seguramente la capacidad de representación simbólica. Mediante esta esta característica, las personas pudieron identificar aquello que les era de necesidad: peligros, dioses, tribus, etc. Y así, de esta forma, abstrayendo y sintetizando en símbolos todas aquellas cosas de su entorno natural que eran capaces de interpretar con la intención de evitar la gran cantidad de peligros del durísimo mundo prehistórico en el que la especie humana actual comenzó su andadura, los seres humanos se dispusieron a organizarse alrededor de tótemes que representaban para ellos todo aquello gracias a lo cual lograban sobrevivir un día más. La naturaleza por fin, tenía a alguien que le escuchara y que, poco a poco, empezaba a entenderla.(1)

El tótem es aún hoy una forma de representación simbólica que de alguna forma aúna toda la creencia mística del grupo
Estos símbolos alrededor de los cuales se organizaban las personas, poseen desde entonces por este motivo una característica fundamental: no son exclusivos de un solo individuo. Un símbolo que solo es entendido por una persona no es útil, no cumple su función básica. Se puede aseverar con gran certeza que el descubrimiento de un símbolo implica la existencia tras el de un grupo de personas para las cuales tiene el mismo signifi
cado o muy similar. Se desprende de este hecho otra peculiaridad como consecuencia de que cada grupo desarrollara su propio código simbólico, pasando a formar parte de su bagaje cultural: su carácter eminentemente tribal.
Una de las características de todo grupo humano es la capacidad de reconocerlo por sus símbolos, los cuales tienen un significado especial para dicho «clan»
Mucho antes de llegar a este punto, largo y complicado fue el proceso biológico por el cual un ser vivo desarrolló la capacidad de emitir sonidos y de utilizar estos para comunicarse con sus congéneres, pero mucho más especial fue el «milagroso» surgir de la
habilidad mental y cultural de elaborar un lenguaje sofisticado capaz de transmitir ideas y conceptos, mucho más allá de las necesidades primarias animales. Hace unos 6000 años aproximadamente, esta capacidad de representación simbólica y de comunicación mediante un lenguaje con estructuras sintácticas dio como fruto otro de los grandes hitos de la humanidad: el lenguaje escrito.
La Lengua

Se puede concluir que el lenguaje es pues, desde su creación, uno de los elementos identificativos de la tribu más característicos. Sin embargo, al igual que ocurre con el resto de elementos culturales fruto de nuestro pasado tribal, es su capacidad de transcender más allá de esta lo que finalmente otorga un carácter especial a la lengua o a cualquier otro aspecto cultural surgido inicialmente en el seno de algún grupo local.
La multitud de lenguas representa las distintas formas de relacionarse con el mundo, en función de cada forma local de hacerlo
¿Que diferencia a unas lenguas de otras? ¿son igual de útiles? Se ha visto anteriormente que la lengua tendría su utilidad primaria como la herramienta con la cuál el acervo cultural del grupo era almacenado y transmitido. Cualesquiera lenguas que cumplan esta función son en principio iguales. Ahora bien, será entonces el grupo, en función de su desarrollo y de las nuevas exigencias que le surjan, el que deberá decidir si tiene suficiente o por el contrario debe añadir vocablos que definan nuevos conceptos y estructuras sintácticas que permitan expresar mejor las ideas y su paulatina mejor comprensión de la naturaleza para así continuar desarrollándose, repitiéndose el proceso ad eternum (como se diría en Latín, y no por casualidad).

En función de estos conceptos, los parámetros que podrían ser útiles para acercarnos a una valoración de qué culturas y pueblos han proporcionado a la humanidad las herramientas requeridas y necesarias para llegar hasta donde estamos, serían:

  • El número de «hablantes»: en determinadas situaciones, será el número de receptores hábiles el factor a tener en cuenta.
  • La existencia dentro de entornos sociales distintos: la lengua es aceptada por su utilidad comunicativa, no por su valía como símbolo identificativo de un grupo.
  • El desarrollo histórico y la situación actual a la que ha desembocado: el conjunto de vicisitudes que ha llevado a una lengua a su situación en estos momentos.
  • La existencia de una literatura relativamente importante: la perduración en el tiempo de un mensaje gracias a su almacenamiento escrito, implica la tecnología para poder hacerlo y a la vez, de una alfabetización social (escuelas, leyes, etc..)
Teniendo en cuenta estos parámetros, en el próximo artículo de la serie se continuará con el a buen seguro, muy emocionante viaje por lo que se entiende ha sido la principal ruta lingüística de la humanidad desde que empezó a tener conciencia de si misma.


(1) Arsuaga, J. L., "Capitulo 9. Y el mundo se hizo transparente", El collar del neandertal: en busca de los primeros pensadores. 8ª ed. Madrid: Temas de Hoy, 1999